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Parte tres: Servir mejor

Monitor de riesgo compuesto

Gao, Mali

Una mujer desplazada en el campo para personas que huyeron de los violentos enfrentamientos en Mondoro, Gao. Los desplazados llegaron al lugar a finales de 2018. De acuerdo con el último censo, el sitio alberga alrededor de 600 familias desplazadas. OCHA/Michele Cattani

Las emergencias humanitarias a menudo no son causadas por una sola crisis, sino por la conjunción de crisis climáticas, socioeconómicas, de conflictos y de salud pública. La crisis de la COVID-19 es un ejemplo claro de crisis en cascada, en la que las repercusiones iniciales en la salud pública se ven agravadas por la contracción económica. No surgió de forma aislada; interactuó con los desastres naturales existentes, como la sequía, las inundaciones o las plagas de langostas, y con los conflictos violentos.

Cuando dos o más amenazas ocurren simultáneamente, el impacto colectivo puede ser mucho mayor que si se suman de manera individual. Esto se conoce como riesgo compuesto. Además, los impactos interactúan entre sí y a veces se refuerzan mutuamente. Para comprender el riesgo compuesto, es necesario considerar dimensiones que normalmente no son el objetivo principal de los actores humanitarios.

Por ejemplo, la comprensión de la vulnerabilidad macroeconómica es importante para reconocer que una drástica escasez de divisas o una disminución de las remesas puede tener repercusiones humanitarias inmediatas y graves. La contracción económica puede, a su vez, aumentar la probabilidad de que estalle un conflicto violento.

La identificación de los nuevos riesgos agravantes es fundamental para determinar los países que corren el riesgo de que la situación humanitaria se deteriore y para seleccionar las intervenciones de mitigación. Existen pruebas convincentes de que las intervenciones tempranas y anticipatorias bien orientadas previenen y reducen el sufrimiento humanitario, protegen los logros en materia de desarrollo conseguidos con tanto esfuerzo y contribuyen a mantener la paz. Lo más importante es que estas intervenciones son más dignas. Con este fin, la Plataforma Mundial de Riesgos de Crisis del Banco Mundial, OCHA, la Oficina de Apoyo a la Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas y el Centro para la Protección de los Desastres han elaborado un instrumento de monitoreo para identificar los riesgos agravados. Este enfoque de considerar las interrelaciones o los efectos combinados del riesgo está en consonancia con la tendencia a un análisis intersectorial más sólido, como alienta el JIAF (véase la sección anterior).

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Monitoreo del riesgo compuesto: Dimensiones del riesgo

Los riesgos pueden clasificarse como existentes (una imagen estática de las condiciones de riesgo históricas y actuales) o emergentes (que ofrecen una visión dinámica de las condiciones de riesgo cambiantes que probablemente se produzcan en los próximos meses). Ambas opiniones se recogen en un conjunto de datos ricos y sólidos, que combinan datos sobre vulnerabilidades históricas e indicadores de riesgos emergentes.

Los datos incluyen métricas de vulnerabilidad bien establecidas, como la pobreza multidimensional, el recuento de la pobreza de 1,90 dólares y las escalas de clasificación de la fase de seguridad alimentaria integrada. También incluyen fuentes de datos innovadoras, como las encuestas telefónicas en tiempo real del Banco Mundial sobre los ingresos de los hogares. Tanto los parámetros establecidos como las fuentes de datos innovadoras se promedian dentro de las categorías de riesgo y entre ellas para obtener puntuaciones de riesgo para vulnerabilidades preexistentes, riesgos emergentes y una combinación de ambos.

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Puntuación de riesgo existente agregada

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Puntuación de riesgo emergente agregada

El monitor se basa en el Índice de Riesgo INFORM e integra elementos de éste, por ejemplo, la capacidad institucional para hacer frente a los problemas. El índice de riesgo INFORM brinda información útil sobre los riesgos estructurales en la etapa de prevención de la planificación humanitaria.

La manifestación de un riesgo depende de la capacidad de respuesta, que a su vez depende del acceso al financiamiento, a las instituciones y a los sistemas de prestación de asistencia. Las redes de seguridad social adecuadas y la asistencia de las instituciones financieras internacionales contribuyen a que se comprenda mejor la capacidad de respuesta del estado.

El riesgo es un concepto poderoso que puede servir de punto de convergencia para los actores de las esferas humanitaria, del desarrollo y la paz y seguridad con fines analíticos y de política. El nuevo sistema compuesto de monitoreo de los riesgos funcionará junto con los instrumentos existentes integrando las dimensiones humanitarias, económicas, de desarrollo y paz. De este modo, los encargados de la formulación de políticas de todas las esferas dispondrán de un punto de vista diferente para ayudar a priorizar sus decisiones de planificación, respuesta y financiamiento.

El monitor de los riesgos compuestos no debe considerarse como un orden de clasificación definitivo de los países por nivel de riesgo. En lugar de ello, el prototipo sirve para señalar los riesgos emergentes. Esto, a su vez, tiene por objeto desencadenar un examen más profundo de las rutas de los riesgos potencialmente agravantes al brindar una comprensión temprana de sus múltiples dimensiones. El monitor de riesgos compuestos se mejorará continuamente con el tiempo.

Notas

  1. INFORM está elaborando un conjunto de productos cuantitativos y analíticos para apoyar la adopción de decisiones sobre las crisis humanitarias y los desastres. El conjunto ayudará a tomar decisiones en diferentes etapas del ciclo de gestión de desastres, concretamente en la prevención (Índice de riesgo INFORM), la preparación (Advertencia INFORM) y la respuesta (Gravedad INFORM).