An old man in front of a destroyed house
Parte dos: Planes coordinados entre agencias

Europa del Este

Avdiivka, Ucrania

Un ciudadano local de Avdiivka, área de Donetsk, fotografiado junto su casa que fue bombardeada. UNHCR/Anastasia Vlasova

Las necesidades humanitarias derivadas del conflicto armado en el este de Ucrania siguen siendo críticas, más aún debido a los efectos sin precedentes de la COVID-19. A pesar de la disminución de las víctimas civiles tras el alto el fuego del 27 de julio y de las medidas adicionales para la paz, no se vislumbra el fin de las hostilidades.

La ausencia predominante de una solución política sigue trayendo incertidumbre y desafíos a millones de personas a ambos lados de los 427 km de la "línea de contacto" que divide la región de Donbas en zonas bajo el control del gobierno (GCA) y en zonas fuera de él (NGCA). Desde 2014, esta división ha cortado las redes de servicios y mercados anteriormente interdependientes y ha aislado a las personas de las ciudades de las que dependían para obtener beneficios sociales y servicios esenciales. La "línea de contacto" también ha ampliado la brecha entre la gente del GCA y la NGCA.

Ucrania

HRP
Población necesitada
3,4 millones
Población meta
1,9 millones
Requerimientos (US$)
168 millones
Población total
43,7 millones
Nivel de ingresos
Medio-bajo
INFORM Severity Index
3.5 / Alto
Llamamientos consecutivos
2014 - 2021
Personas beneficiadas
1,0 millón

Análisis del contexto, la crisis y las necesidades

El conflicto ha sumido en la ruina a una región ya de por sí con problemas económicos. El impacto de la COVID-19 ha aumentado la presión sobre el debilitado sistema de atención de la salud, la prestación de servicios sociales y la difícil economía regional. Durante los primeros meses de la pandemia, todos los puntos de cruce a lo largo de la "línea de contacto" fueron completamente cerrados en un intento de contener el virus, lo que restringió seriamente la libertad de movimiento de las personas. Esto ha separado aún más a los residentes de la NGCA del resto de Ucrania, aislándolos de los servicios sociales y los derechos, incluidas las pensiones. Dos de los cinco puntos de cruce se reabrieron parcialmente en junio, pero los procedimientos de cruce siguen siendo complicados. En el 2020, el número de cruces mensuales ha sido inferior al 10% de los 1.2 millones de cruces mensuales del 2019. El volumen de la ayuda humanitaria a la NGCA se redujo en un 14% entre marzo y octubre del 2020. La pandemia ha hecho que cientos de miles de personas cansadas de los conflictos sean más vulnerables y aún más dependientes de la ayuda humanitaria.

Dado que el recrudecimiento de las hostilidades y la COVID-19 exacerban la grave situación humanitaria en Ucrania oriental, las necesidades siguen siendo de escala similar, aunque de una gravedad significativamente mayor, con 3.4 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria en el 2021. Los ancianos, las personas con discapacidad, los hogares encabezados por mujeres y los niños se encuentran entre los más vulnerables, al igual que los 340,000 desplazados internos que viven en condiciones indignas en todo el país.

Situación prevista para el 2021 y más allá

A pesar del último alto el fuego, es probable que el conflicto armado continúe con baja intensidad en el 2021. La COVID-19 seguirá siendo un factor importante que empeorará la situación epidemiológica durante todo el invierno que se aproxima hasta por lo menos mediados del 2021. Se espera que la situación en la NGCA sea más aguda debido a la limitada capacidad de los hospitales y laboratorios. Es probable que las vulnerabilidades socioeconómicas de las personas a ambos lados de la "línea de contacto" sigan siendo graves debido al impacto acumulativo del conflicto exacerbado por la COVID-19.

Gráfico

Evolución de las necesidades y los requerimientos (2016 - 2021)

Es probable que la "línea de contacto" permanezca sustancialmente cerrada hasta el próximo verano, a pesar de la posible apertura de dos nuevos puntos de cruce en la provincia de Luhanska. Es probable que los convoyes humanitarios a la NGCA, en particular a Luhansk (NGCA), sigan siendo difíciles, ya que el único punto de cruce de la región (Stanytsia Luhanska) no permite el transporte de camiones, y las restricciones al tránsito de convoyes a través de Donetsk (NGCA) siguen vigentes. Como nota positiva, es probable que se produzcan avances graduales en el acceso de nuevas organizaciones para operar en la NGCA, especialmente para la respuesta relacionada con la pandemia.

Dado que la COVID-19 sigue asiéndose firmemente de todo el país, la recuperación económica en Ucrania oriental parece improbable. Se espera que las comunidades sigan dependiendo del apoyo para recuperar su autosuficiencia y recuperarse de los efectos de la crisis prolongada, así como de la pandemia. A pesar del aumento de la participación del gobierno en la respuesta humanitaria en el GCA, es probable que la capacidad nacional de respuesta y preparación para casos de emergencia se vea desbordada por necesidades cada vez mayores y más graves.

Prioridades de respuesta en el 2021

La respuesta para el 2021 seguirá centrándose en salvar vidas, garantizar el acceso de las personas a los servicios básicos y reforzar la protección de los afectados por el conflicto y por la COVID-19. Los actores humanitarios seguirán apoyando al Gobierno y a las autoridades locales para fortalecer la prestación de servicios y proporcionar una respuesta humanitaria en las zonas bajo su control. Este apoyo reconoce la gran capacidad, en particular de las autoridades regionales y locales, para desempeñar esta función de liderazgo y las oportunidades de desarrollo que se presentan. En el 2021, los socios humanitarios se proponen prestar asistencia a 1.9 millones de personas (incluidos 189,000 desplazados internos en la GCA). Esta cifra es similar al objetivo de respuesta de 2020 y refleja la capacidad de respuesta, las restricciones de acceso y el desarrollo de la COVID-19.

La respuesta humanitaria requerirá 168 millones de dólares durante el 2021. Se han determinado las necesidades prioritarias críticas de financiamiento temprano para permitir la ejecución inmediata de las actividades urgentes. Se seleccionaron haciendo hincapié en las acciones humanitarias de calidad que i) salvan vidas, ii) abordan específicamente las necesidades urgentes de los más vulnerables, iii) se dirigen a las zonas con necesidades humanitarias más graves, iv) tienen en cuenta la importancia del tiempo, tomando en consideración la estacionalidad y los factores relacionados con la COVID-19, v) consideran la probabilidad de ejecución inmediata, y vi) no duplican ni complementan las respuestas de otros actores.

Más información